Preparados para monitorizar la concentración de COVID-19 en el aire

La pandemia global causada por la COVID-19 ha alterado las necesidades de medición de la calidad del aire, obligando a los fabricantes de dispositivos a encontrar soluciones para adaptarse a esta nueva realidad.
Esto se debe principalmente al método de transmisión del virus. Organismos como la OMS han determinado que se produce por la inhalación de aerosoles procedentes de personas infectadas, así como entrar en contacto con superficies contaminadas.
La cuestión se convierte en “cómo podemos estimar la presencia del coronavirus en el aire”. Un problema que se puede solucionar gracias a que el cuerpo humano expulsa partículas afectadas por el COVID-19 por las mismas vías por las que exhala CO2. Para ello, la monitorización potencial de SARS-CoV-2 en el aire se basa en la concentración de dióxido de carbono.
Se puede llevar a cabo un seguimiento exhaustivo a la vez que cómodo y rápido del potencial impacto del coronavirus sobre receptores ubicados en localizaciones interiores, gracias a los equipos AQSafe de la marca SCENTROID. Estos dispositivos vienen ahora equipados con un sistema de cálculo del riesgo de exposición última generación.
Mediante el análisis de las mediciones de la calidad del aire de los parámetros citados anteriormente, el AQSafe recoge e introduce los datos en un algoritmo avanzado para desarrollar una Puntuación de Transmisión Viral única para el área evaluada, proporcionando un índice en escala numérica del 1 al 10 que le permite determinar fácilmente si un espacio puede ser seguro o peligroso.
Un número bajo indica una menor tasa de transmisión de COVID (u otros posibles agentes infecciosos transmitidos por el aire), y un número alto indica una mayor tasa de transmisión. El equipo permite configurar alarmas para notificación de los índices cuando se supera un umbral específico.